
Hace días volvió a la discusión pública la idea de ciertos legisladores a propósito de la regulación de redes sociales. Para tal efecto, se prevé la pronta presentación de una iniciativa de reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, bajo el argumento de que lo que se pretende es atender el derecho a la información y a la libertad de expresión de los usuarios de estas redes. Según se puede leer en notas periodísticas, el propósito de la iniciativa será: “proteger a los usuarios de interpretaciones, abusos o de opiniones discrecionales de las empresas propietarias de las redes sociales que obstaculizan y atentan contra el derecho de expresión y la libertad de los usuarios.”[1] El debate se suscitó luego de que Twitter suspendiera algunas cuentas de usuarios afines a las ideas y políticas del actual Gobierno Federal.
Será interesante ver la manera en que se plantea la citada iniciativa, además de los posibles visos de inconstitucionalidad en que pudiera incurrir, los cuales no son difíciles de adivinar, toda vez que ha sido notorio y reiterado el desconocimiento digital de la presente administración. Desde ahora será importante que todos los involucrados (presentes y futuros) en el tema —legisladores, dueños de redes sociales, patrocinadores, oenegés, autoridades, jueces y usuarios— no pierdan de vista algunos puntos elementales respecto a la naturaleza de las referidas redes, por citar tan solo algunos:
- Las redes sociales, en estricto sentido, no prestan servicios de telecomunicación, ni gozan de concesión alguna que les haya otorgado el Estado.
- Las redes sociales fundamentalmente son empresas. Su principales reglas de uso están previstas en su catálogo de términos y condiciones. En otras palabras, cualquier persona que deseé ser usuario de alguna de ellas deberá sujetarse invariablemente a estos. Si no, pregúntenle a Donald Trump.
- Aunque no están exentos de incurrir en abusos y siempre son mejorables, el tiempo ha ido demostrando que los términos y condiciones, en muchos casos han resultado ser herramientas más rápidas y eficaces que las propias leyes para evitar o solucionar conflictos, por ejemplo, en el campo de protección de datos, en la prevención de fake news y de actos violentos, o en el cuidado de derechos de autor.
- Es importante que cualquier intento de regulación considere la intervención de todos los actores y se ajuste a las características básicas del entorno original de internet (descentralizado, abierto y neutral), potenciando su capacidad democratizadora e impulsando el acceso universal y no discriminatorio.
- Sería un indeseado retroceso que en pleno tiempo de pandemia, en el que las personas requieren información transparente y un auténtico respeto a la libertad de expresión, se pretendan introducir candados normativos que únicamente tengan como trasfondo encaminar la convivencia digital a un lugar de precario interés político.
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[1] Monreal prevé entregar esta semana iniciativa para regular redes sociales. https://www.eluniversal.com.mx/nacion/monreal-preve-entregar-esta-semana-iniciativa-para-regular-redes-sociales (2/02/2021)